En un lugar en la frontera entre Kenia y Tanzania, sobre el gran valle del Rift, existe un lugar inhóspito en el que tan sólo los Masais y los flamencos saben extraer la vida que contiene su interior.
El lago Natron, un lago que por la composición de sus aguas puede petrificar a los animales que quedan allí. Con un nivel de PH de 9-10, el agua es tan cáustica que puede quemar la piel de los animales que no están adaptados. El carbonato sódico que contiene actúa como conservante de los animales que mueren en sus aguas, quedan totalmente petrificados .
Las imágenes del fotógrafo Nick Brandt muestran una fantasmagórica galería de animales petrificados
Otra de su características y que lo hacen tan especial es que la corteza que se crea por el exceso de sal, proporciona al lago un color rojo o rosado y a veces naranja en las partes más bajas, por los microorganismos que viven allí.
El lago es lugar de reproducción de flamencos, que aprovechan estas islas de sal para anidar lejos de cualquier depredador aunque ésto conlleve algunos peligros . Con su pico alargado, le permite filtrar su alimento, las algas, muy fácilmente y su largas patas se adaptan a la perfección a las atas temperaturas del lago que normalmente oscilan los 60ºC. Además, le proporciona ese color rosado tan característico de este animal.
Desde Junio hasta el mes de octubre es el mejor momento para ir porque es cuando los flamencos se congregar para aparearse.
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